martes, 5 de abril de 2011

Discriminación

05/04/2011

Hoy murió un vecino. Pocos se hicieron eco de esta noticia. Quizás porque no puede titularse como otra víctima de la inseguridad. Acaso porque no vivía en Palermo. Humberto Ruiz era un vecino de la villa 31. Estaba en su cama cuando comenzó a sentirse mal alrededor de las 6 de la mañana. Llamaron a la ambulancia. El SAME llegó a la esquina de Ramón Carrillo, a unos 100 metros de la Capilla Cristo Obrero donde descansan los restos del Padre Carlos Mugica. La ambulancia se estacionó a una cuadra de la casa del paciente. Desesperados, parientes y vecinos le pedían que entren a buscarlo, ya que estaba con convulsiones. La doctora y el ambulanciero se excusaron, diciendo que no iban a entrar a la villa 31 (los escasos metros que lo separaban de salvarle la vida) porque tenían miedo. El patrullero se ofreció a custodiarlos hasta la puerta. Pero no, nada era suficiente para convencer a los empleados del SAME. La negativa fue la misma. Entre el llanto y la desesperación, le pidieron al ambulanciero que les preste la camilla, y los vecinos y familiares irían directamente a buscarlo y traerlo. No y no fue la respuesta seca y fría. En una carrera contrarreloj, vecinos se organizaron para ir a buscar al paciente. Cuando lograron llegar a la entrada de la villa, la ambulancia ya no estaba. Se había ido. Lo había abandonado. Humberto tenía 47 años y no logró sobrevivir al episodio. Murió. Porque era pobre? porque vivía en la 31? por la sensación de inseguridad? porque el SAME que depende del Gobierno de la Ciudad decidió que no era lo suficientemente importante? Por qué? Por qué esta muerte no importa? A nosotros nos importa. Cuando los actos delictivos los cometen los pobres, van derecho a los titulares de la sección policiales de Clarín y la Nación. Y cuando el acto de abandono de una persona lo comete el SAME que depende del Gobierno de la Ciudad, se encargan de invisibilizarlo. Quién se hará eco de este hecho, del reclamo de justicia? Hoy como ayer los vecinos insisten en la inclusión de la 31 como barrio en la Ciudad. Inclusión en la salud, en la justicia. Aun retumban los gritos, no son solamente de dolor. Los vecinos quieren ser escuchados. Vamos a acompañar la lucha para que este hecho no quede impune. Para que no se olvide, memoria y justicia, para que no vuelva a pasar.

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